
Ellas explicaron cómo es un día normal de su vida, y la felicidad que
supone para ellas poder alabar cada día, desde el amanecer hasta el anochecer,
a Jesucristo.
A continuación hubo un
momento de preguntas por parte de los niños a las Madres Dominicas, pues como
es natural, a ellos les llama mucho la atención la vida de oración que se vive
en este convento. Preguntas como: ¿a qué hora se levantan?, ¿cuánto tiempo
dedican a la oración?, ¿por qué tienen la reja?, ¿cómo llevan tanto tiempo
“encerradas”?.
La visita terminó con una
oración, pidiendo a Dios por todos los niños de Huéscar, para
que tengan los oídos abiertos a su voz.
Con esta visita la parroquia
pretende que los niños conozcan la vida religiosa, y con esto, poder despertar,
en ellos, el deseo y la necesidad de la oración.
José Antonio Martínez
Ramírez. Párroco de Santa María.



0 Comentarios: