lunes, 11 de enero de 2016

Jesús Ballesta es el encargado de pintar el camarín de Las Santas

Camarín de las Santas Alodía y Nunilón: El camarín del Paraiso

El pasado mes de marzo comenzaron a realizarse las obras y las pinturas decorativas del camarín de las Santas Alodía y Nunilón, patronas de Huéscar y la Puebla de Don Fadrique situado en la Ermita del Monte en a los pies del pico de la Sagra. El proyecto se ha financiado gracias a las aportaciones de los vecinos a través de la parroquia y la colaboración de los Ayuntamientos de Huéscar y la Puebla de Don Fadrique. 


El trabajo fue encomendado por el párroco de la localidad, Juan Luis García, al pintor artístico y restaurador Jesús Ballesta, natural de Baza. El cual ha desarrollado su labor de una forma muy estudiada. Decenas de bocetos y pruebas de color han dado como resultado este magnífico trabajo realizado al detalle con gran minuciosidad. 

Desde el primer momento se decidieron las líneas maestras del proyecto con cuestiones que se debían abordar como ¿Qué debía transmitirnos este lugar sagrado? o ¿Qué sensaciones deben causarnos al contemplarlo?. La idea inicial era la de conseguir un lugar de gran belleza, que inspirara admiración, respeto y devoción. 

“El reto consistía en lograr que la persona que se encontrara en el camarín sintiera, a través de sus emociones, una sensación de cercanía e intimidad con Dios” dice el autor. Para ello se representa “el cielo y el paraíso”. 

Un lugar singular de luz tenue y azul intenso que enmarca la bóveda con cientos de armonizados colores, guirnaldas florales, azucenas, claveles rubicundos y liras de oro, tal como menciona el himno de las Santas. Ocho ángeles cuidan del silencio de la sala "con las famosas ocas que nos miran y tenemos que encontrar", comenta Jesús Ballesta y prosigue su descripción:  "corona este lugar íntimo, una guirnalda de bellas flores y frutas: higos, limones y granadas con vivos colores…malvas, rojos, rosas…rodeando al Espiritu Santo, haciéndose presente en la estancia en forma de paloma".

Como revestimiento de la habitación se ha escogido para el zócalo una piedra de color rojo alicante, por su calidez y elegancia, en combinación con mármol blanco de Macael para la solería. Una mesa tallada central sostiene el dorado templete de las santas. "La cuidada decoración nos ayuda a trasportarnos a un espacio singular de gran importancia para sus fieles, el camarín de las Santas Alodía y Nunilón". Sin duda, un lugar de enorme belleza que no deja impasible al visitante. 













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