Una idea que se lleva a cabo sin más pretensión que la de peregrinar proclamando la devoción a la Virgen de la Carmen. Y dos pueblos vecinos que comparten una misma devoción . Desde Cuevas del Campo la Virgen del Carmen fue transportada en barquito por las por aguas del Negratín entre emociones y rezos de las personas que asistieron a este emotivo acto.
A hombros de jóvenes que proclamaron su alegría llevándola al encuentro de la imagen zujareña que también fue desplazada a ese lugar.
Que nadie busque nada más que el noble deseo de celebrar una fiesta de matices devotos y un acto de confraternización. Más allá solo está el objetivo de rezar, pedir la protección de la Virgen, disfrutar de la Eucaristía y de una jornada de convivencia entre personas a las que les une y motiva su fe.
Probablemente esta romería compartida haya sido objeto de algún comentario poco afortunado. Pero os aseguro que esto no enturbia ni contamina el principio que ha movido a mucha gente a promover este tipo de celebración, que sin duda tiene sólidos fundamentos y raigambre sobrada entre las numerosas tradiciones que nuestros pueblos tiene el honor de compartir.
Texto: miradasalayer.blogspot.com.es
Fotos: Ayuntamiento Cuevas del Campo
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