martes, 21 de agosto de 2018

21 de agosto, festividad del San Pío X, patrono de los catequistas


En Baza existen dos pequeñas imágenes de este San Pío X, en la Iglesia de la Merced (izquierda) y en la Iglesia Mayor (derecha). 

Tal vez pase desapercibido, pero la Iglesia recuerda su memoria como el Papa que introdujo grandes reformas en la liturgia como la práctica frecuenta a la comunión  y fomentó el acceso de los niños a la Eucaristía.

Fue un hombre bueno, humilde, generoso con los más necesitados y muy devoto de la Eucaristía.

Fue sucesivamente sacerdote con cargo parroquial, obispo de Mantua y después patriarca de Venecia. Al final lo eligieron Sumo Pontífice y adoptó una forma de gobierno con la que quería instaurar todas las cosas en Cristo. 

Para acometer dicho propósito realizó sus tareas con sencillez de ánimo, pobreza y fortaleza. Entre ellas, promovió entre los fieles la vida cristiana por la participación en la Eucaristía, la dignidad de la Sagrada Liturgia y la integridad de la Doctrina.


Siempre consagró sus preocupaciones y actividades a los débiles y los oprimidos. Con inusitada energía, denunció los malos tratos a que eran sometidos los indígenas en las plantaciones de caucho del Perú. Creó y organizó una comisión de ayuda a los damnificados, tras el desastroso terremoto de Messina y, por cuenta propia, acogió a numerosos refugiados en el hospicio de Santa Marta, junto a San Pedro. 

Sus caridades, en todas las partes del mundo donde se necesitaban socorros, eran tan abundantes y frecuentes, que las gentes de Roma y de toda Italia se preguntaban de dónde saldría tanto dinero. 

La sencillez de sus hábitos personales y la santidad de su carácter se ponían de manifiesto en su costumbre de visitar cada domingo, alguno de los patios, rinconadas o plazuelas del Vaticano, para predicar, explicar y comentar el Evangelio de aquel día, a todo el que acudiera a escucharle. Era evidente que Pío X se sentía desconcertado y tal vez un poco escandalizado, ante la pompa y la magnificencia del ceremonial en la corte pontificia. Cuando era patriarca de Venecia, prescindió de una buena parte de la servidumbre y no toleró que nadie, fuera de sus hermanas, le preparase la comida. 

http://www.corazones.org/ http://www.buigle.net/

2 Comentarios:

Sari - Hechizos de Amor dijo...

un modelo a seguir para nuestra vida espiritual y nuestra vida terrenal. Saludos

magia blanca dijo...

san pio es un santo digno de devocion, pues sus grandes contribuciones a la religion hacen de el un grande. buen aporte


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