lunes, 4 de junio de 2018

Huéscar celebra un año más, con grandiosidad, la festividad del Corpus


Un año más, Jesús Sacramentado, salía de la Iglesia Mayor en procesión por las calles de la ciudad de Huéscar, una vez que finalizaba la Eucaristía. Altares, villancicos, flores, alfombras de hierbas aromáticas, y muchos fieles, tanto en la Santa Misa como en la procesión,  marcaban la celebración del Corpus Christi. Y todo esto acompañado de un gran respeto y devoción.


Como cada  festividad del Corpus Christi la Hermandad  del Santísimo de Huéscar,  saca a la calle la hermosísima "Torrecilla" (s. XVI) en su trono adornado para la ocasión. Ante los tradicionales altares, seis en total, la procesión se detiene y la Capilla Musical, interpreta cada uno de los villancicos, supervivientes de una centenaria tradición musical que hunde sus raíces en los primeros años del siglo XVI. Es un día grande para Huéscar, el día en donde Jesús Sacramentado recorre los lugares por donde cada uno de los oscenses, llevamos  nuestra alegría y penas, nuestras preocupaciones y anhelos.

Como es costumbre, los niños y niñas que este año han recibido la Primera Comunión, este año un grupo mucho más numeroso,  eran  los encargados de abrir el cortejo procesional, acompañando al Santísimo.

Y detrás de ellos las distintas hermandades y cofradías de la parroquia, y muchos fieles que con sus velas hacían aún más luminoso este día.

La actividad de dicha Hermandad, se intensifica en estos días. Por la tarde en la sacristía, se tuvo la reunión que cada año tienen los hermanos y hermanas para después participar en el rezo solemne de las Vísperas, que aún se siguen cantando en latín. Dichas víspera continuaran hasta el jueves día 7 de junio, cuando de nuevo el Santísimo saldrá a las calles oscenses.
José Antonio Martínez Ramírez. 
Párroco de Huéscar.



















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