Desde que se fundara allá por 1645 en Alicún de Ortega, cada 1 de enero, la Hermandad de las Ánimas Benditas del Purgatorio organiza la subasta de todo lo donado por sus vecinos días atrás en la Fiesta de la Recogida. Y es que, cada 25 de diciembre los hermanos de la hermandad recorren las calles de Alicún de Ortega cantando antiguas salmodias al son de los instrumentos, a la par que van pidiendo por las casas toda clase de alimentos, que son subastados en los populares lotes de año nuevo.
Productos de las matanzas, tales como espinazos, embutidos o jamones, bebidas espirituosas, pájaros, conejos, gallinas... dan la bienvenida al primer acto social del año en la Plaza Alta de la localidad alicunera. Allí, los productos se convierten en dinero para, entre otras cosas, sufragar los entierros o, como hace unos meses, construir nuevos nichos en el cementerio.
Aunque se trata de una tradición antaño muy común en algunas localidades de la Diocesis de Guadix, la Hermandad de Alicún de Ortega es una de las pocas que siguen celebrando esta tradición a día de hoy.
La Hermandad acompaña y prestar ayuda económica a los difuntos en el día de su entierro, a todos los hijos del pueblo, aunque en ese instante no residan en él.
Fotos: Joaquín Corral
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