viernes, 31 de agosto de 2018

Carta de despedida al sacerdote Juan Bautista Carreño, párroco de Caniles escrita por Juan Antonio Díaz



Ayer, el pueblo de Caniles despidió al que ha sido su párroco durante estos últimos 15 años


Todas y cada una de las despedidas, que debemos de hacer a lo largo de nuestra vida, son difíciles, máxime cuando se trata de alguien querido, estimado y apreciado por una villa entera. Me estoy refiriendo al Rvdo. Padre Don Juan Bautista Carreño Contreras (Cogollos de Guadix, 1943), cura-párroco de la iglesia parroquial de Santa María y San Pedro de Caniles desde el año 2003 hasta la fecha de hoy en que acaba de iniciar el otoño de su vida y su retiro jubilar después de toda una vida dedicada al servicio de Dios, del hombre y de la Iglesia. 


Precisamente, hace quince años que tuve la inconmensurable suerte –y digo inconmensurable porque, sin lugar a dudas, es todo un privilegio tener a un amigo como éste− de conocer a Don Juan. Un sacerdote diocesano de Guadix y misionero en el Perú durante muchos años. Con un gran espíritu cristológico y mariano, un profundo corazón vaticanista y un intelecto muy cultivado –Don Juan es un hombre cuya vasta cultura casi no conoce límites− supo hacer de su tarea evangelizadora y su labor pastoral en las regiones más pobres del antiguo Virreinato del Perú, una verdadera y auténtica obra de amor. Son tantas las anécdotas, fruto de las experiencias vividas en Latinoamérica, las que nos ha contado y narrado, que sería imposible poder plasmarlas aquí y ahora. 

Referente a su labor pastoral en la villa de Caniles, su último destino como sacerdote, son muchos los aspectos y acciones que podemos destacar. Ha sido y es una persona muy enérgica, dinamizadora e ingeniosa. Ha coordinado todos los grupos pastorales que se han conformado en el seno de la parroquia de Caniles: grupo de Liturgia, Biblia, Vida Ascendente, Cáritas Parroquial, Familia Cristiana… Siempre y en todo momento ha atendido la realidad cofrade de la parroquia y de la villa, dentro de su ciclo festivo –que es bastante nutrido, dicho sea de paso− innovando, participando, alentando y animando a las canileras y canileros a vivir dicha vida cofrade y festiva desde la mayor espiritualidad. 

Mención especial cabe hacer a la tradición del “Robo del Santo”, enmarcado éste dentro de la festividad de San Sebastián, que en los últimos años, debido al perfil joven de “los ladrones”, se ha convertido en un verdadero elemento de pastoral y evangelización juvenil en la localidad. Y hablando de pastoral juvenil, también se recibió, en el mes de mayo de 2011, la Cruz de los Jóvenes que el Papa Emérito, Su Santidad Benedicto XVI, regaló a los jóvenes de todo el mundo con motivo de la JMJ, que se celebró en Madrid. 

Si tenemos que destacar una de las labores cofrades más importantes llevadas a cabo bajo su curato, destacaremos la Coronación Canónica de Nuestra Madre la Stma. Virgen de los Dolores de Caniles, llevada a cabo por Monseñor García-Santacruz Ortiz (RIP) el 15 de agosto de 2007. De igual forma, hemos de mencionar el engrandecimiento, tanto espiritual, humano y material, de todas y cada una de las cofradías (penitenciales y gozosas) que tienen su sede canónica en la parroquia de la villa. Por ejemplo, la incorporación de la Virgen de la Soledad, titular mariana de la Hermandad de Jesús Crucificado, o el paso de palio de Nuestra Señora la Stma. Virgen de la Esperanza.

Otro de los hechos más reseñables que debemos de poner de manifiesto es que bajo sus buenas laborales pastorales, Don Juan apostó clara e inequívocamente por recuperar el patrimonio histórico-artístico de la villa, que estaba deteriorado por el paso del tiempo, es decir, se puso al frente del equipo que conformó, en el curso 2011-2012, para rehabilitar la ermita de San Sebastián, que tan importante es para los canileros, con un exitoso resultado. 

Y la última gran labor pastoral que ha realizado Don Juan en la parroquia, quizás ya casi a modo de despedida, ha sido la preparación del pueblo para la beatificación de los sacerdotes-mártires relacionados muy estrechamente con la villa de Caniles, que llevó a cabo la vecina Diócesis de Almería: Don Juan Garrido Requena, Don Gregorio Morales Membrives y Don Antonio Torres García, de éste último se han enterrado sus restos mortales en la iglesia parroquial de Santa María y San Pedro de Caniles. 

Por último, quiero desearle a mi querido amigo Don Juan toda la mayor felicidad en el otoño de su vida, al calor de su familia y de sus amigos, y de su localidad natal, Cogollos de Guadix. Quisiera terminar esta carta con las palabras del comediógrafo latino Plauto: “Nada más que el mismo cielo es mejor que un amigo que es realmente un amigo”. ¡Muchas gracias por todo, por tanto! Y recuerda, mi buen amigo, que esto no es un adiós, sino, más bien, un hasta siempre. Que Dios Nuestro Señor, te bendiga y San Sebastián bendito te proteja.

JUAN ANTONIO DÍAZ SÁNCHEZ (CANILES)

0 Comentarios:


¡¿Te gusta este blog?!