miércoles, 27 de marzo de 2019

"La economía de las hermandades debe de estar al servicio de la evangelización"

Palabras de Juan Sáez, ecónomo de la Diócesis de Guadix


Aprovechando la jornada diocesana de Hermandades y Cofradías celebrada el pasado 24 de marzo, a petición del Sr. Obispo, el ecónomo de la Diócesis intervino para poner sobre la mesa una serie de cuestiones de vital importancia y que tienen que ver con la economía en las cofradías. Juan Sáez partió de la premisa de que, aún siendo asuntos ásperos y fríos, la economía de las hermandades deben de enmarcarse dentro de la comunicación cristiana de bienes, es decir, deben de estar al servicio de la Evangelización. 


Después desgranó una serie de informaciones y requerimientos para ser cumplidos por parte de las hermandades y cofradías de la Diócesis de Guadix, siendo los más importantes los siguientes:

- Aplicación de la Ley de Transparencia: presentar los presupuestos y la cuenta de resultados en la Vicaría General antes del 31 de diciembre; inscribirse al Plan General Contable de Entidades sin Fines Lucrativos con sus correspondientes libros de inventarios y cuentas anuales con su correspondiente memoria y presentar el Impuesto de Sociedades antes del 25 de julio en la Agencia Tributaria. 

- Manual de buenas prácticas: 

1. Autorización del Obispo para comprar, vender o hacer inversiones superiores a 45.000 euros.

2. Autorización del Obispo para aceptar donaciones de cantidades superiores a 18.000 euros; las facturas deber ir con su correspondiente IVA.

3. Para los donativos iguales o superiores a 100 euros habrá que registrar el donante y se deben evitar recibir donativos en metálico superiores a 1000 euros a fin de evitar el blanqueo de capitales. 

4. Los donativos podrán acogerse a los beneficios de las desgravaciones previstas por la Agencia Tributaria.

5. Es aconsejable pedir varios presupuestos para cualquier inversión que se vaya a realizar.

6. Se debe pedir autorización al Obispado para solicitar préstamos bancarios.

- Aportación de las Hermandades al Fondo Común Diocesano de al menos un 5% sobre las cuotas de los hermanos así como las parroquias aportan cada trimestre el 15% de sus ingreso. Una medida que ha de entenderse de colaboración y ayuda y no como un "impuesto". 






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