Una celebración que contó por primera vez contó con la participación de la Cofradía de Santiago con quien la asociación rociera comparte sede canónica. A la misa, que fue cantada por el coro de la Asociación del Rocío también acudieron representantes de otras cofradías de la ciudad, así como el presidente de la Federación de Cofradías, Ángel Martínez Bocanegra y la concejala de cultura Yolanda Fernández.
Para esta celebración tan especial la diputada de cultos de la asociación Lola Collados, montó un altar presidido por la imagen de la Virgen del Rocío, y que contó igualmente con la colaboración de la corporación cofrade santiaguera.
Y es que la Cofradía que preside Javier Molina, también quiso estar muy presente dado que entre sus titulares marianas cuenta con María Santísima del Rocío en sus Misterios Dolorosos, que el año pasado se incorporó al paso del Descendimiento, tras su bendición que fue amadrinada por la Asociación del Rocío, cuya medalla porta en el fajín.
La imagen esculpida por el imaginero Juan Vega, fue expuesta ayer en besamanos, durante un sencillo acto que cerraba una mañana intensa en la Iglesia de Santiago que sirvió igualmente de escenario para la presentación del cartel de la Cofradía, que ilustra una fotografía del paso de palio de la Virgen de los Dolores arriado en la Calle Alamillos, durante un relevo en el regreso de la cofradía a su iglesia el pasado Viernes Santo. Foto tomada por Carmen Eva Mateos, que fue costalera de Santiago y que actualmente forma parte de la Junta de Gobierno de la Cofradía de la Soledad, además de ser miembro del Colectivo Bastetano de Fotografía.
Tras la misa y la participación en los actos de la Cofradía de Santiago, la asociación rociera celebró una comida de hermandad en Restaurante Los Cántaros cuyo beneficio va destinada a sufragar los gastos del Simpecado de lo que será la futura Hermandad del Rocío, cuyos estatutos ya se encuentran en el obispado para su visto bueno definitivo.
Javier Fernández
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