martes, 3 de enero de 2017

Artículo de opinión de Juan Antonio Díaz sobre el Día de la Toma de Granada

Sr. Director: Otro año más he podido comprobar el lamentable espectáculo en que se ha convertido la fiesta de la Toma, el 2 de enero, en la Plaza del Carmen de Granada. Precisamente en el 525º aniversario de la Toma

Digo lamentable no porque esta fiesta lo sea, como algunos pretenden hacernos creer, sino porque ya se encargan algunos de que así sea y otros, desde sus “púlpitos” televisivos o radiofónicos, también.


No obstante, cuando tuve la oportunidad de ver, leer y escuchar las noticias que se habían dado al respecto en los distintos medios de comunicación a los que suelo prestar atención, pude comprobar que lo acaecido esa mañana en la ciudad de Granada no es más que el fruto del total y absoluto desconocimiento de la historia del Reino de Granada y de la Historia de España, en definitiva, de nuestra historia. 

En la tarde de ese mismo lunes, escribí un post en mi perfil de una conocida red social en defensa de la fiesta de la Toma. Y, claro está, la polémica ya estuvo servida. Lo mínimo que me llamaron fue fascista, racista, xenófobo, extremista…, y demás “lindezas”, que no estoy dispuesto a tolerar. 

La Toma es un hecho tan relevante en la historia del Reino de Granada y para la historia de España, que ha suscitado ríos de tinta, emanados de las más eruditas plumas españolas. Pongo como ejemplo el número quince de la revista científica “Péndulo. Papeles de Bastitania”, que dedicó un monográfico, compuesto por más de quinientas páginas, para conmemorar y celebrar el 525° aniversario de la Toma de Baza por las Reyes Católicos y que fue patrocinado por la Diputación Provincial de Granada estando todavía mi buen amigo don José Torrente García al frente de la cartera de cultura. Es injusto tratarnos de esa forma a todos los que, de manera altruista y generosa, investigamos y estudiamos el tránsito del Medievalismo a la Modernidad, ese apasionante período de la Historia de España. 

Otras ciudades como Sevilla, Valencia, o ciudades granadinas como Baza…, celebran el día de la Toma, festejando y conmemorando el hecho histórico en sí y sin ningún tipo de absurdas polémicas, que a lo único que conducen es a dar una mala imagen de Granada. 

Hasta donde he podido tener conocimiento en la Granada republicana también se tremolaba el pendón de los Reyes Católicos y se festejaba la Toma. 

Conozco perfectamente la fiesta de la Toma en la ciudad de Baza, coincidiendo precisamente con la celebración de su patrona, Santa Bárbara, los días 3 y 4 de diciembre. Una celebración preciosa, donde disfrutan niños y mayores, jóvenes y abuelos, padres e hijos, y a nadie se le ocurre de tildarlos de fascistas, xenófobos, racistas…, y demás calificativos despreciables. Aplaudo enérgicamente al pueblo bastetano por su loable comportamiento cívico. Animo al pueblo granadino a seguir celebrando la Toma, como no puede ser de otra manera, según su tradición y costumbre. Condeno públicamente a todos aquellos que pretenden deslucir y enturbiar un acto y una fiesta tan importante como es la conmemoración de la Toma de Granada por los Reyes Católicos.

Tal día como ese 2 de enero, los ínclitos Reyes Católicos, doña Isabel I de Castilla y don Fernando II de Aragón concluyeron la Reconquista, que comenzara el rey don Pelayo en Covadonga, del último territorio musulmán en la Península Ibérica, el Reino Nazarí de Granada. Con la Incorporación de este Reino a la Corona de Castilla, se inició en España la mayor época de esplendor de su historia, aquella que fue llamada por los historiadores, el Imperio Español.

JUAN ANTONIO DÍAZ SÁNCHEZ
(CANILES)

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