El próximo jueves 17 de mayo se van a entregar en el auditorio Enrique Pareja del Teatro Ideal la XVII Edición de los Premios de Baza Joven 2018, unos galardones donde el Ayuntamiento bastetano pretende homenajear a los jóvenes menores de 35 años que hayan destacado en varias modalidades entre las que se encuentra el voluntariado y asociacionismo juvenil y que en esta ocasión ha ido a parar al proyecto de voluntariado "Jóvenes con Corazón" de Cáritas.
Cabe recordar que este proyecto está destinado a chicos y chicas de 14 a 17 años procedentes de los cinco institutos bastetanos y cuyo objetivo es fomentar un voluntariado en distintos centros sociales de la ciudad de Baza.
Las jóvenes voluntarios desarrollan varias actividades en función del centro donde desempeñan dicho voluntariado. Así por ejemplo, ayudan a los niños en sus tareas escolares; charlan, juegan o pasean con los mayores y con las personas con discapacidad física o mental los acompañan en sus quehaceres diarios y en los talleres ocupacionales.
Desde Cáritas, también se valora la implicación de la veintena de monitores que actúan de tutores para que los jóvenes participantes estén en todo momento acompañados de un adulto.
El proyecto como tal se inició en el año 2016 y tras tres años, el balance es más que positivo, tanto por la respuesta de los jóvenes como por la de los propios residentes en estos centros sociales: la residencia de ancianos “Braulia Ramos”, el Plan Integral en el Llano del Ángel, la residencia de las Hermanitas, el centro de día “Alfaguara”, y la Asociación Pro-Discapacitados “Jabalcón”.
Cabe recordar, que durante el primer año el proyecto contó con 120 jóvenes, el segundo con 180 y en su tercer año han sido un total de 140 los participantes que, pese a las numerosas actividades extraescolares que tienen por las tarde, han buscado una hora a la semana para demostrar a la sociedad que los jóvenes tienen un gran corazón, que son capaces de sorprender a quienes tildan a la juventud de ser apática, poco comprometida y alejada de la realidad.
Sin duda esta experiencia ayuda a los jóvenes a valorar a las personas con ciertas necesidades, a sentirse útiles y al mismo tiempo protagonistas de estas iniciativas solidarias y les sirve para ponerle cara al sufrimiento de personas que en otras circunstancia jamás conocerían o ni quieran se podrían imaginar de su existencia en la propia ciudad de Baza.
Por lo que cuentan ellos mismos, sus propias familias y los responsables del proyecto, se puede afirmar que la juventud de Baza posee un gran potencial con un enorme corazón al servicio de los demás.
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